El piloto francés disfruta de su primera toma de contacto con el coche coreano a cinco días vista del inicio del Rallye Montecarlo.
Una nueva era. Después de dos décadas unido al Grupo PSA, Sébastien Loeb tuvo su primera experiencia al volante del Hyundai i20 Coupé WRC. El galo, recién aterrizado del Rallye Dakar donde finalizó tercero, se enfundó su nuevo mono y junto a su inseparable Daniel Elena tuvo su primera toma de contacto con el vehículo coreano.
En un tramo muy delicado debido a la gran cantidad de hielo y nieve que había sobre el asfalto, el nueve veces campeón del mundo de rallyes pudo empezar a trabajar en su esperado debut con Hyundai en el rallye monegasco.

La media jornada de ayer le sirvió a Loeb para sacar las primeras conclusiones sobre el i20 Coupé WRC, que reconoció en su cuenta de Twitter que había quedado muy satisfecho con su coche en estas condiciones.
El propio piloto francés también informó que mañana seguirá al volante del Hyundai y en esa ocasión podrá rodar los primeros kilómetros sobre asfalto seco, en principio, y completará así su corto pero intenso programa de test previo al Montecarlo.