La calidad de los materiales y los perfectos ajustes de sus componentes hacen del interior del Ibiza un espacio donde sentirse cómodo.
En su habitáculo, el Opel apenas ofrece guiños a la deportividad. Es oscuro, bien terminado y con la pantalla quizá algo baja para ser consultada con comodidad.
Espectaculares son los bacquets Recaro que incorpora el Corsa si desembolsamos los 1.310 euros que cuestan.
La palanca del Opel está muy cerca del volante, por lo que su utilización resulta muy sencilla e intuitiva.
Los asientos del Seat son cómodos y prácticos, además de estar rematados con unos pespuntes rojos que le dan un guiño racing.
La palanca de cambios es pequeña, pero está situada en una posición muy cómoda y práctica para el conductor.
Espartano y sencillo, muy alemán diríamos, es el cuadro de instrumentos del Corsa. Pese a ello, no se echa en falta información.
En Seat no se han complicado con el cuadro de instrumentos del Ibiza. Es de fácil lectura y precisa información.