Con los programas Sport o Sport+ se varían, entre otras cosas, la dirección y hasta el sonido, pero también la suspensión, que en este caso es de dureza “controlable”.
Según se mire, es, digamos, el más familiar, pero este otro alemán tiene un aplomo y un comportamiento en curva envidiables, pues su agarre resulta muy alto.
La marca de los aros lo hace todo fácil, aunque vayas muy rápido. Es el caso también del S5, que casi “pasa recto” sobre cualquier curva.