Heredero del victorioso Delta HF Turbo, Lancia necesitaba producir una evolución de este coche ante la llegada de vehículos como el Toyota Celica, el Subaru Legacy, el Ford Sierra Cosworth o el Mazda 323.

Y llegó a finales de los 80 para competir con otras marcas y modelos. Lancia aumentó la potencia de su dos litros turbo de 165 a 185 caballos, se ensancharon las vías y se mejoraron detalles tanto de equipamiento como de diseño externo. El resultado fue uno de los coches más admirados del principio de los 90, ya que a su hinchada carrocería había que sumar una imagen similar a la de los coches del Mundial.

En 1990 llegó otra evolución, de la mano de una culata multiválvulas que aumentaba la potencia hasta 200 caballos. Este elemento, que no cabía bajo el capó, obligó a adoptar una enorme "joroba", el signo más característico del Integrale 16V. Además, se beneficiaba de un reparto de tracción más favorable al tren trasero, para limitar su tendencia al subviraje, y de unos tarados de suspensión más desarrollados.
El modelo dejó de existir en 1995 con su última evolución, el llamado HF Integrale, que además de 210 caballos contaba con unos pasos de rueda más ensanchados, enormes neumáticos y hasta un alerón trasero regulable.

Principales datos técnicos
MOTOR
Nº de cilindros: 4 en línea
Cilindrada (cc): 1.995
Potencia máx. (CV/rpm): 185/5.300
Par máximo (mkg/rpm): 31/3.500
DIMENSIONES
Largo/ancho/alto: 3.900/1.700/1.380
Distancia entre ejes: 2.480
PRESTACIONES
Velocidad máx. (Km/h): 212
De 0 a 100 Km/h (seg.): 6,0
PESO
Relación peso/potencia: 6,76
CONSUMOS
Medio (l/100 km): 10,6
PRECIO
Impuestos incluidos: 3.600.000 pesetas (21.636,44 euros)