La fiera de la firma germana apenas cambia con el restyling del resto de la gama, y no incorporará, por el momento, el sistema de refrigeración por inyección de agua del M4 GTS.
El restyling o "lavado de cara" de la Serie 4 de BMW de 2014 apenas ha supuesto cambio alguno a la fiera de la gama, el M4 2017. Así, exteriormente, solo sus faros Led son distintos a los de su predecesor.
En el interior palpamos la misma filosofía, y únicamente nuevos tapizados e inserciones de diferentes materiales mejoran una receta que no necesita muchos retoques. El sistema ConnectedDrive, con navegador incluido, viene ahora de serie.

Se mantiene intacto el propulsor de 6 cilindros en línea de 431 CV, así que por el momento no estrenará el sistema que ha colaborado de manera clave a que su hermano mayor, el BMW M4 GTS, alcance los 500 CV: la refrigeración por inyección de agua.
En definitiva, BMW mantiene intacto su modelo estrella, y mediante el Competition Package y los accesorios M Performance el potro puede crecer hasta los 450 CV y cambiar su aspecto con todo tipo de aditamentos.
